Durante este fin de semana ha habido a doscientos metros de mi casa una concentración de coches tuneados, todos con sus altavoces descomunales, sus luces fluorescentes y sus retrovisores lacados. A un servidor, que no entiende de marcas y prestaciones, y para el que conducir es poco menos que un mal menor a evitar siempre que sea posible, le ha llamado la atención este vehículo, estacionado a la entrada de dicha concentración:
No hay comentarios:
Publicar un comentario