Pasan los meses pero el recuerdo y la pena siguen ahí, inquebrantables. Mantener la concentración en la lectura supone a menudo un esfuerzo titánico y estudiar es una empresa imposible. Por eso últimamente busco refugio en la poesía. En los poemas encuentro por lo general un formato y un tamaño más adecuado a mi actual estado de ánimo. Hoy dejo uno precioso de Caballero Bonald.
RECUENTO
Atrás se va quedando el acumulativo
refrendo de los días,
el denso, imprecisable
aluvión de memorias
donde se alternan discontinuamente
figuras, horizontes, episodios,
las ganancias y pérdidas
que en el ámbar del tiempo se recluyen.
Vivir es ir dejando atrás la vida.
(“Recuento” está incluido en “La noche no tiene paredes” el último poemario de J. M. Caballero Bonald, publicado por Seix Barral.)
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