
Efectivamente. El infierno existe, y se encuentra en el subsuelo de Barcelona. Concretamente en algunas líneas de su metro (L2, L5). Temperaturas cercanas a los 40º C, que hacen la vida bajo tierra casi imposible. Ancianos jadeando, bebés con sarpullido, cuerpos sudorosos al borde del colapso. Un trayecto desde Plaza Catalunya a Barcelona-Sants es un reto para la supervivencia humana. Pruebenlo si no me creen. Yo les aconsejo un bono de 10 viajes. Por 7,20 € sus antiestéticos michelines tienen los días contados.
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