En esta estación parece que el tiempo se ha quedado estancado. La línea original fue inaugurada en 1846, y en la actualidad cubre el trayecto Heywood-Rawtenstall. 
Los trenes son de vapor, muy bonitos, y pasan por Bury cada media hora aproximadamente. Los billetes no son baratos, pero merece la pena un viaje en alguno de sus vagones de madera. En la parte superior de la estación hay una exposición fotográfica.
Parece ser que todos los años conmemoran en Bury la victoria de Inglaterra sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial, y lo hacen vistiéndose como si estuviéramos en 1945. 
Las fotos son curiosas, y los personajes aún más. Como muestra un botón.
Y es que no a todo el mundo le sienta igual de bien el uniforme, jeje.
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